No existe un autor específico en la evolución de
esta teoría, pero Harold Lasswell fue quien introdujo la teoría de la aguja
hipodérmica en su libro “Técnicas de propaganda en la guerra mundial” (1927)
donde identifica mecanismos de persuasión y afirma que la propaganda permite la
aprobación de los ciudadanos a ciertos planes políticos sin la necesidad de
usar la violencia, sino a través de la manipulación.
La teoría de la Aguja Hipodérmica,
también conocida como Teoría de la Bala Mágica, nació al observarse los
efectos y consecuencias de la propaganda durante los años 20’ y 30’, pero
comenzó a tomar un gran auge y a desarrollarse la teoría durante el final de la
Primera y el principio de la Segunda Guerra Mundial, donde
el régimen Nazi, utilizó la propaganda para controlar a las
masas. Los acontecimientos que se suscitaron en dichas guerras fueron
detonantes para que comenzaran a estudiarse los efectos que la propaganda
generaba en esa época a la sociedad en general. Dichos estudios formaron parte
de la primera serie de análisis sobre la
comunicación relacionados con los desarrollos sociológicos y psicológicos
de aquella época.
Una segunda causa relacionada fue el
auge de las ciencias sociales de la época por medio de las teorías
conductistas, que hablaban de conceptos sobre estímulos y respuestas. Creyendo
que un mensaje bien elaborado y transmitido por un medio masivo generaría una
respuesta casi inmediata y uniforme.
Fue una de las primeras teorías
elaboradas sobre la utilidad práctica de los medios de comunicación. Los medios
no sólo servirían para informar, educar o entretener, como defendían los
partidarios de la ciencia periodística, sino también, entre muchas otras cosas
para: manipular conciencias.
El Modelo de la Aguja Hipodérmica
De origen Sociológico
y Psicológico (conductismo). Watson y los bevhavioristas habían comprobado que
todo estímulo dirigido hacia una persona provoca una respuesta. La psicología
conductista podía explicar, que, sí era posible controlar y dirigir el
estímulo, se podría conseguir una determinada respuesta y también el efecto
previsto. De esta forma el individuo atomizado podría ser manejado por la
propaganda. 
La teoría de la aguja Hipodérmica,
consiste en que los mensajes emitidos por los medios de comunicación, influyen
directamente en los receptores, “inyectan” una información con un contenido que
automáticamente se da por cierto; es decir, sin que los receptores, cuestionen
la información recibida, reaccionando todos de manera de manera similar.
Los medios ¨inyectan¨ mensajes. Los
mensajes generan reacciones.
En base a esta teoría se pensaba
entonces que la(s) Masa(s) se caracteriza(n) por ser:
• Homogénea
• Igual Reacción
• Patrón Estímulo-Respuesta
La premisa característica de la
teoría hipodérmica es que la comunicación, como una aguja hipodérmica, se
inyecta un mensaje directamente a un receptor. El receptor entonces aceptará el
mensaje y responderá en un patrón predecible.
En un lenguaje más claro y conciso
esta teoría lo que pretende es inyectar el mensaje por debajo de la piel, tal y
como su nombre lo indica:
hipo= debajo
dérmica=relativo a la piel
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